viernes, 13 de mayo de 2011

REFLEXIÓN BLOQUE II:


             A principio de curso se nos entrego un horario de las asignaturas que cursaríamos a lo largo del año. He de decir que Literatura Infantil fue la que más me motivó, ya que en un principio pensé que todo serían cuentos e historias.
            Como he dicho en entradas anteriores, la idea que yo tenia de literatura no es lo que se dice realmente buena pues me parecía una asignatura aburrida en la que se contaban cosas de libros aburridos escritos por gente aburrida que vivía en un pasado muy aburrido. Sin embargo, el hecho de ver esa palabra unida a “infantil” despertó en mi cierto interés.
            Me llevé una gran decepción cuando al llegar a clase las cosas no eran como yo me esperaba ya que comenzaríamos con la evolución de la literatura infantil y con los textos de autor. Lo primero que pensé fue: “¿De qué me sirve a mí saber la historia? ¡Yo quiero cosas prácticas, cosas que pueda usar en el aula!”.
            Sin embargo después de la primera clase sobre este tema me di cuenta de lo equivocada que estaba. ¿Cómo iba a conocer plenamente la literatura infantil actual sí no conocía primero de dónde provenía y en que se basaba?
            La teoría se nos expuso de manera motivadora, haciendo del tema algo ameno y entretenido, con ejemplos y con un vocabulario bastante coloquial contagiándonos de entusiasmo y motivación disfrutando con la asignatura y en mí caso creando también bastante interés.
            Gracias a ello tengo una nueva idea de lo que es la literatura. He aprendido como surgió, como ha evolucionado hasta llegar a la que conocemos hoy en día. He aprendido sobre los autores de épocas pasadas, de sus vidas y de sus obras. También me he sorprendido. Me he sorprendido al descubrir las edades que abarca la palabra “infantil”, pues mi concepto era distinto. Me he sorprendido de la idea que tenían de los niños como personas incapaces de entender la literatura. He disfrutado conociendo los primeros libros infantiles, viendo las bases de los libros actuales, su origen. Pero también me he entretenido, y lo he hecho imaginándome en un aula, narrando textos de autor a mis futuros alumnos, imaginándome en una librería infantil eligiendo libros adecuados para los niños en función de los criterios aprendidos en clase. Por último decir que aunque en un principio mis narraciones no sean las mejores, mis análisis no sean los más rápidos y mi vocabulario quizás no sea el más adecuado, no hay nada que no se consiga con un poco de empeño y motivación.
            En mi opinión la historia, la evolución, y los textos de autor, formarán parte de mí almanaque personal, unidos todos ellos a mi nueva idea de literatura, sin olvidar los elementos que debemos observar a la hora de analizar un libro; siendo todo ello en mi opinión fundamental para una futura maestra.

1 comentario:

  1. Bien, pero tu reflexión se basa sobre todo en valoraciones personales. Podías completarla con alguna reflexión más... reflexiva...

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